Que el cambio climático y la contaminación ambiental es un problema es algo que no es desconocido por el mundo científico y se ha instalado en la realidad de todos. Por eso debe ser considerado por los equipos de salud, ya que dejó de ser una utopía o algo lejano y no debe dejarnos indiferentes.
Por lo mismo es de suma importancia que los centros de salud cuenten con especialistas toxicólogos calificados y equipos multidisciplinarios entrenados y, lo más importante, que exista educación comunitaria y la cercanía de los equipos con la misma.
Las altas temperaturas, la alta radiación y, en sí, la alternancia del clima actual, se convierten en factores de relevancia que debemos observar con preocupación.
Por tal motivo, haré una breve e introductoria aproximación a algunas situaciones y de qué manera sería correcto actuar inicialmente.
Así como el cambio climático y las extremas temperaturas nos afectan, también provoca cambios adaptativos en el genoma y en la biología de los animales, plantas, virus o bacterias, en muchos casos convirtiéndolos en agentes más agresivos.
Tomemos en cuenta que nuestra adaptación es más lenta. Nos aproximaremos a dos situaciones específicas.
A- Loxoscelismo – Loxosceles Laeta o Araña Domiciliaria
Es, sin duda, del arácnido que más se habla y al que más se teme por los numerosos accidentes necróticos de piel y lesiones de tipo ampollar, siendo responsable en algunos casos de accidentes fatales. Al cuadro clínico se lo denomina “Loxoscelismo”.
Habita en lugares oscuros y tranquilos. No es agresiva en sí misma, salvo que se sienta amenazada. Mide en promedio entre 13 y 15 milímetros, es de color amarronado claro o anaranjado claro y el accidente ocurre al tomar algo en donde se aloja la araña y se siente agredida.
¿Qué podemos esperar de este accidente? Básicamente dos situaciones:
1- Loxoscelismo cutáneo simple: Es un edema doloroso rojo violáceo con vesícula en la zona de la mordedura “placa liveloide”, y que evoluciona a una escara de difícil cicatrización.
2- Loxoscelismo cutáneo visceral: Se produce a las 12 horas, aproximadamente, y provoca fiebre, anemia hemolítica e ictericia.
Avanzando puede provocar insuficiencia renal, disminución de la presión arterial y aumento de la frecuencia cardiaca. Luego insuficiencia respiratoria y alteraciones neurológicas, cuadro que puede ser fatal.
Depende de:
– Zona donde se produzca la mordedura.
– La cantidad de veneno expulsada.
– La rapidez con que se consulte al médico.
– No reconocimiento del cuadro, que es básicamente clínico al inicio, por parte de equipos de salud no entrenados.
– Mala anamnesis y falta de acceso a centros especializados.
– Es importante considerar que la mordedura es más grave en niños.
Una medida preventiva y práctica es efectuar exámenes de orina cada 6 horas durante 24 horas.
Ante la sospecha es recomendable buscar al arácnido, capturarlo y tratar de llevarlo en un frasco de vidrio al médico, tomando precauciones para que no ocurra otro accidente.
También se sugiere colocar los zapatos boca abajo, ventilar el hogar periódicamente y no vestir prendas que no se usaron por mucho tiempo sin antes examinar.
B- Lycosa Raptoria o Araña Corredera de JardÍn
También provoca accidentes de tipo necrótico. Vive debajo de las piedras, su cuerpo puede medir 28 milímetros y es amarronada oscura con dibujos ocres a rojos.
Lo común es que su picadura produzca una reacción inflamatoria local escasa con dolor leve. Sin embargo, en pocas horas deriva en un edema importante, con equimosis y pudiendo desaparecer a las 24 horas o generar necrosis.
El pronóstico es benigno.